Siempre se analiza a los directores técnicos en las derrotas, más cuando se pierden dos o tres partidos seguidos, pero ¿es culpa de los técnicos?
Muchas veces sucede que el equipo juega bien, ataca, pero los delanteros no definen bien. Pegan la pelota en los palos y salen. Ataca el equipo rival una vez, la emboca y chau partido. El culpable y referente termina siendo siempre el técnico, quien debe recoger sus cosas y despedirse del plantel, buscando nuevos rumbos.
¿Es culpa del técnico cuando un partido se plantea en forma perfecta y falla un jugador en un cierre? El miércoles pasado Argentinos Juniors tenía el partido totalmente controlado ante el América de México, en el mismísimo Estadio Azteca, a dieciocho minutos de conseguir su clasificación a la segunda ronda, pero una falla compartida de los defensores y del arquero, permitió el empate y posterior derrota de su equipo. En ese instante, todas las opiniones fueron «fue culpa de Troglio (el director técnico del equipo argentino) en los cambios que hizo», pero antes de eso nadie decía nada. Entonces ¿es culpa del técnico cuando mete un cambio y el jugador no le rinde? ¿O es culpa del jugador en no rendir y hacer lo que pidió el que conduce al equipo?
Lo mismo pasa cuando el equipo gana. Quizás el equipo no juega a nada, se defiende todo el partido, acierta en un tiro fortuito y ganan dos o tres partidos y, de repente, se lee en todos lados «un planteo inteligente» ¿es inteligente plantear que su equipo se defienda cerca del área y rezar que cada ataque no termine en gol del rival? ¿Entonces el mérito lo tiene el técnico y no los jugadores? ¿O es compartido?
Es un viejo dilema, donde se habla que los jugadores, cuando no les gusta el técnico, le hacen «la cama» pero, cuando se gana, se habla de la «unión del grupo» cuando existen casos de equipos ganadores que tenía referentes enfrentados.
Por eso, la próxima vez que se haga una crítica hacia un entrenador, realmente hay que analizar cómo es que se jugó, si realmente se jugó de manera inteligente y se ganó o perdió con justicia y no basar todo desde el resultado.