La Supercopa era una Copa que la jugaban solamente aquellos equipos que habían ganado la Copa Libertadores. Con el tiempo, algunos equipos que habían logrado semejante logro se habían debilitado y hasta terminaron jugando en la Segunda División de su país (como, por ejemplo, Argentinos Juniors y Estudiantes de La Plata).
Este torneo luego fue reemplazado por la Copa Conmebol, que terminó siendo un fiasco porque ningún equipo de la élite de algunas ligas la querían jugar (por citar un ejemplo, el torneo que ganó Talleres de Córdoba fue porque varios equipos que habían clasificado para este torneo desistieron de participar porque les produciría pérdidas).
Fue reemplazada por la Copa Sudamericana, que, con algunos cambios en su esquema empezó a tomar cierta trascendencia. Por ejemplo, que el campeón de este certamen juegue la Copa Libertadores (como lo logró Independiente con su última participación). Igualmente, a nivel general, no es una Copa que la gente le preste demasiada atención, salvo que su equipo llegue a las instancias finales.
En cambio, la Supercopa era un torneo que se jugaba con la élite del Continente de América, donde podían participar solamente equipos que tenían cierta jerarquía e historia.
¿No sería más atractivo un torneo donde jueguen solamente equipos con historia? La actual Copa Sudamericana solo tiene el ingrediente de poder jugar la Copa Libertadores si se llega a salir campeón, pero fuera de eso no se nota el entusiasmo en la gente por saber con quién jugará su equipo.