Frecuentemente se habla de que, no solo en el fútbol sino en los deportes en general, se ha emparejado el nivel. La pregunta que se tiene que hacer es la siguiente: ¿son consistentes los ganadores de algún partido con los campeonatos logrados?
Existen situaciones donde ciertos equipos que no tienen renombre vencen a un equipo poderoso (recordemos la humillación del Real Madrid, cuando perdió con el Alcorcón o, en Argentina, viendo a River Plate peleando los puestos del descenso), pero, viendo a una escala más grande los ganadores de los Mundiales son siempre los mismos animadores. Es cierto que este último Mundial lo ganó España, pero recordemos que los españoles venían llegando a cuartos de final en varios torneos y, finalmente, pudieron pegar el golpe. Por otro lado, en su debut habían perdido contra Suiza.
Si los deportes se emparejaron ¿por qué los candidatos siguen siendo siempre los mismos? Produce más sorpresa que pierda Brasil a que pierda Ghana en un Mundial, pero se sigue leyendo de que «el fútbol se emparejó». Se puede hablar de que se haya emparejado en las cuestiones físicas o tácticas, pero cada vez que juega una potencia (sea el caso de Brasil, Argentina, Alemania, Inglaterra, Francia o Italia) contra un país sin tradición, los partidos terminan siendo un monólogo donde solamente un equipo ataca y el otro se defiende con 17 jugadores en su área y apuesta a una contra aislada que le pueda cambiar el destino del partido.
Es por eso que, a la larga, los animadores serán siempre los mismos mientras que los otros equipos darán sorpresas de vez en cuando.