Pasó la primera fase de la Copa América y se pueden sacar algunas conclusiones:
1) A los «grandes» ya no se los respeta: tanto Argentina como Brasil tuvieron que pasar varios sofocones para arañar su pasaje a la segunda ronda.
Mientras que la «Albiceleste» logró rescatar un puntito ante Bolivia y convirtió a su arquero Romero en la figura del partido ante Colombia (desde las Elimintorias para Francia ’98, con Burgos como figura jugando de visitante ante Perú, que la Argentina no tenía a su arquero como una figura del partido), finalmente logrando aire y jugar como corresponde ante un joven equipo costarricense, la «Verdeamarelha» casi se despide en forma temprana de la competencia, donde igualó sin goles ante la revelación del torneo, Venezuela (aunque en esta página ya se había hablado del crecimiento de este país) y consiguiendo un agónico empate ante Paraguay en la última jugada del partido y afianzándose ante Ecuador en la última fecha.
2) A ciertos equipos les cuesta andar con el rótulo de candidatos: Pobrísima imagen futbolística de Paraguay y de Uruguay. Equipos que fueron señalados como candidatos al título, no pudieron desplegar lo que habían hecho en el Mundial pasado. En esta página habíamos hecho esa pregunta sobre lo que se esperaba de Uruguay: ¿podría jugar con el peso de ser candidato? Por el lado de Paraguay también se anticipó sus actuaciones irregulares en sus amistosos previos a esta Copa y quedó evidenciado ayer, cuando se enfrentó a Venezuela, la intermitencia de este equipo: pueden no estar haciendo nada, de repente ganar o perder de la misma manera, por aprovechar distracciones ajenas y también pecar de las suyas.
3) ¿Es culpa de Neymar y Messi? En Brasil y en Argentina culparon de todo, desde la situación futbolística del país hasta las «internas» de estos dos planteles, a estas figuras. De Neymar se esperaba que sea el salvador de Brasil, el «nuevo Ronaldinho», pero se trata de un joven que viene haciendo sus primeros pasos en el fútbol. En Argentina, mientras tanto, la gente se «cansó» de ver a Messi ganar todo en Barcelona pero no hacer nada en su Selección, donde tocó fondo en el duelo ante Colombia, mandando un centro a las nubes en las instancias finales del partido ¿No será que ambas estrellas no están bien acompañados? Se vio en el último partido que, cuando están iluminados, es muy difícil de poder aguantar el ritmo de estos dos jugadorazos. El deber de ellos es ahora ratificar lo que hicieron en su último partido, ante Ecuador y Venezuela respectivamente.
4) ¿Venezuela es una realidad? En esta página se había anticipado el crecimiento del fútbol venezolano en la última década. Más bien, a fines de la década del ’90 había asumido la dirección técnica el ex Director Técnico argentino, el «Pato» Pastoriza (que en paz descanse), quien le había impuesto un orden «futbolístico» a esta selección. Un país que estaba acostumbrado a perder por siete u ocho goles de diferencia a empezar a hacerle partido a las potencias. Para el pre- olímpico de Mar del Plata, Argentina, en 1996, el equipo venezolano ya había logrado meterse en el pelotón de los últimos cuatro países. Fue creciendo en forma paulatina y logró, en las últimas Eliminatorias, pelear hasta instancias finales, por un lugar en el Repechaje, con la solidez defensiva como estandarte, más el juego de Urdaneta, Arango y la aparición de la joven promesa que es Rondón. Por lo tanto, Venezuela es una realidad y será, a partir de ahora, un verdadero dolor de cabeza para cualquier rival cuando tenga que ir a jugar a este hermoso país por las Eliminatorias.
5) ¿Deben presentarse los países de la Concacaf con suplentes? A vista general, es mejor que la Copa América vuelva a ser lo que era: un torneo sudamericano.
No es justo para el espectador centroamericano, mexicano o estadounidense (participó en algunas ediciones) tener que ver un equipo con juveniles, donde saben de antemano que van a perder. No es justo para los equipos sudamericanos, que cuentan con muchas figuras a nivel mundial, tener que exponer su físico a lesiones, ante equipos que vienen a rellenar el grupo
¿No sería mejor alternar la Copa Oro con la Copa América? Sería más incentivo para ambas federaciones que puedan ir las Selecciones con todo su potencial, que con un equipo suplente. Deberían juntarse los que manejan ambas federaciones para que los cuatro equipos semi- finalistas puedan jugar la Copa América, pero que esta sea jugada en forma alternada, para que las Selecciones clasificadas puedan llevar todo su potencial y no un equipo juvenil ante una selección mayor. Igualmente, hay que destacar, que fueron papeles muy dignos de ambas escuadras, donde Costa Rica logró vencer, jugando muy bien, a Bolivia.
Ahora veremos que nos depara el destino y las sorpresas que puedan llegar a darse en el camino a la Final.