Estos últimos meses uno de los temas de los que más se ha hablado ha sido acerca de la situación de la dirección técnica de la Selección de México. Un equipo que ha sabido conseguir excelentes resultados, obteniendo un invicto de varios partidos, incluso ganando la Copa Oro con claridad. Lo que parecía una máquina aceitada pasó, de golpe, a ser una oxidada.
¿Por dónde se puede atribuir que haya bajado tanto el nivel de México? Hay varios factores que se pueden llegar a destacar:
1) Los rivales: todos se han olvidado que existen rivales en la CONCACAF. Durante este útimo tiempo los técnicos rivales han estudiado la forma de jugar de México y el que expuso cómo debía jugarse ante ellos fue Jamaica. Desde aquel empate ante el equipo caribeño todos los equipos que han enfrentado a México lo han hecho de la misma manera, porque la Selección Azteca se repite en la forma de jugar, sin sorpresa y sin pausa. Y el Chepo debe agradecerle a aquellos dos tiros que pegaron en los palos (recordemos el tiro en el palo que los salvó ante Jamaica y ante Costa Rica) sino estaríamos analizando los pasos a seguir de México para empezar el proceso para Rusia 2018…
2) Confusiones: En el punto anterior hablamos de los rivales y, en este caso, puede pasar por la confusión del Chepo en no saber cómo hacer jugar al equipo y, peor aún, da la sensación que su mensaje no le llega a los jugadores. Es más, su indecision es lo que se ve en los jugadores. Antes su formación táctica era jugar con un sólo delantero definido, con Giovanni Dos Santos jugando por el medio, a pasar con dos delanteros de área y jugar al estilo europeo, con dos mediocampistas por afuera y centros al área, lo que hace demasiado previsible el ataque mexicano. No cuentan con un jugador que sepa meter una pausa, como en un momento lo era Zinha, ni aquel jugador que pueda marcar los tiempos del equipo. Tampoco se lo ve a México jugar a distintos ritmos, sino que juega a la misma velocidad todo el tiempo, con mucho vértigo y poca profundidad.
3) La presión: ahora es cuando deben aparecer los líderes y poder sacar adelante a este equipo sin respuesta. Lo que preocupa es que un jugador con la experiencia de Salcido haya declarado que jugaron «con miedo» cuando lo hicieron ante Italia por la Copa Confederaciones. Si un jugador de la experiencia de Salcido dice que jugaron con miedo ¿qué se puede esperar de un jugador sin tanto roce que debe jugar en un estadio Azteca en un partido clave por las Eliminatorias ante Honduras? En estos partidos se define el futuro de la Federación Mexicana de Fútbol, porque de no llegar al Mundial, se deberán plantear varias cosas, principalmente quien debe de ser el próximo Director Técnico, qué jugadores quieran o puedan representar a México, la clase de partidos preparatorios que consiguen y hasta si se aguantará mantener el proceso de juveniles que los llevó a lograr el Mundial Sub- 17 y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos. Y algo más importante aún: ¿en cuánto se devaluaría la Selección y qué ocurriría con sus sponsors de no clasificar a Brasil 2014?
En estos momentos la Selección Azteca ha mandado un equipo «a pasear» en esta Copa Oro, donde han logrado perder ante Panamá mostrando más de lo mismo.
La realidad de las cosas lo veremos en Septiembre cuando se enfrenten con Honduras en el Azteca, donde una derrota los despedirá casi en forma definitiva del Mundial. Pero dicen que la historia siempre aparece cuando debe aparecer y es la pregunta que se espera una respuesta: ¿jugará la historia a favor de México cuando debe aparecer? Eso solamente lo sabremos cuando entren los 11 protagonistas representando la historia Mexicana al campo de juego y jugarse la vida para llevar a su país al Mundial.