Hoy los Golden State Warriors se juegan más que su eliminación. Está en juego su legado y su lugar en la historia de la NBA. Está en juego el hecho de que sus detractores han estado criticando a este equipazo hace dos temporadas, pero que se incrementó con la obtención del título de la temporada pasada y luego haber superado a los míticos Chicago Bulls con la marca de la máxima cantidad de victorias conseguidas en la temporada regular.

Aparte del equipo también está en juego lo que genera Stephen Curry cada vez que juega. Se espera tanto de Él, como se espera de Messi en el fútbol. Y no es solamente Stephen Curry, es también su ladero Klay Thompson, los dos componentes de este dúo letal, quizás el mejor dúo en tiros de larga distancia en la historia de este deporte.

Lo que está en juego es Steve Kerr. Un Director Técnico que asumió la temporada pasada y que la gente, conmigo incluido, no entendía cómo se dejó ir al anterior DT, Mark Jackson, por uno que carecía de experiencia. Pero bien que nos cerró la boca (para no decir otra cosa) y que se ha consagrado como uno de los mejores técnicos en la actualidad.

Siempre se vio a Oklahoma como un rival difícil, como un equipo que podía complicar a todos pero a la vez se derrotaban solos. Individualidades no les faltan, es más siempre ha tenido un equipazo con Kevin Durant, de los mejores en la liga, junto a Kevin Westbrook. Pero en estos play-offs parece que han encontrado ese equilibrio y explotaron en la serie anterior ante San Antonio, cuando todos daban por descontado que Golden State y San Antonio iban a jugar la Final de la Conferencia del Oeste. Y en esta serie, jugando de locales, han destrozado a los Warriors, algo que ningún equipo ha logrado hacer. Algo a tener en cuenta y que les puede jugar en contra es que no solamente han entrado en confianza si no que ya han entrado en la zona de la arrogancia. Cuando Westbrook y Durant fueron consultados acerca de la defensa de Stephen Curry, el base de Oklahoma se empezó a reír y Kevin Durant solamente atinó a decir «está bien la defensa que hacen agregando a Igoudala y tirando a Curry ahí para estorbar» en una clara señal de que le están faltando el respeto al que fue votado en forma unánime como el mejor jugador de la temporada. No sea cosa de que hoy se enfríen y tengan que volver a Oakland para un séptimo y decisivo partido.

De superar esta serie a Golden State le quedaría enfrentarse a los Cleveland Cavaliers, que vienen con sed de revancha y que han aniquilado a todos sus rivales en la débil Conferencia del Este. Lid

erados por Lebron James, solamente han perdido dos encuentros en estos playoffs y llegarán descansados a una Final contra cualquiera de los dos equipos. Imaginamos que «El Rey» quiere volver a enfrentar a Golden State pero esta vez con todo el plantel a disposición, para eliminar aquella excusa de llegaron a la Final de la temporada pasada diezmados por lesiones. Será interesante ver qué puede llegar a hacer este equipo de Cleveland enfrentándose al actual campeón o, en su defecto, a Oklahoma, que de local han sido un equipo muy explosivo.
Las cartas están hecadas sobre la mesa. Será el trabajo de Golden State volver a ser aquel equipo que liquidaba a cualquier rival en cinco minutos. Tendrán que volver a las fuentes, trabajar en equipo y acertar la pelota adentro del aro. Sabemos que si los Warriors están encendidos, es muy difícil de que puedan ser vencidos y que así sea esta noche… Let’s Go Warriors!