
Jorge «El Polo» Quinteros es un ex jugador que se destacó principalmente en Argentinos Juniors y tuvo una extensa trayectoria donde se coronó campeón con San Lorenzo. Tuvo un destacado paso por Universidad Católica de Chile, jugó en el Pádova de Italia y el Mallorca de España y también pasó por Chacarita y Talleres de Córdoba, donde al año siguiente de haber jugado ahí fue una de las figuras destacadas de Argentinos Juniors que mandó al equipo cordobés a la B. En la nota nos habla, como siempre ha sido característico de Él, «sin cassette» donde también le contestó al periodista de ESPN, Marcelo Benedetto, quien lo había tildado de «traidor». ¡Una nota realmente imperdible!
La Pelota en La Cabeza: ¿Cómo empezó su carrera y cómo llegó a Argentinos Juniors?
Jorge Quinteros: A los 7 años arranco en infantiles, a los 10 paso a un equipo que se llama Estrella Federal que tiene relaciones con Chacarita. Ahí estuve hasta los 15 años y un representante me compró el pase, algo que no era normal en aquella época, era raro y me lleva a Argentinos Juniors.
LPLC: ¿Siempre jugó de delantero?
JQ: De chico me gustaba jugar de mediocampista central. Mi director técnico en Chacarita me ponía en ese puesto, pero mi papá le obligó a ponerme de delantero, así lisa y llanamente. «O lo pone de 9 o no lo traigo más». Como que mi papá no quería verme de mediocampista y cuando me prueban de nueve, meto muchos goles. En ese momento tenía 11 años y quedé ahí, pero me gustaban otros puestos.
LPLC: Entonces le gustaba más jugar de mediocampista pero de 9 le abrió más puertas parece…
JQ: Mi sueño era retirarme de «5» (nota: en Argentina se le dice 5 al mediocampista central defensivo, que es la posición a la que se refiere Quinteros). Me quedó pendiente eso y me hubiese gustado jugar un partido profesionalmente en ese puesto. Mi papá al final tenía razón… (risas)
LPLC: ¿En qué año llegó a Argentinos Juniors?
JQ: Llegué en 1990 o 1991.
LPLC: ¿Llegó a jugar con Riquelme y con los otros jugadores que pasaron a Boca?
JQ: Ellos eran más chicos. El único de todos los que se fueron a Boca y que se estaba arrimando a Primera era Román (nota: se refiere a Riquelme) y Gatti, el hijo del «Loco» Gatti, que llegó a jugar en Primera. Nosotros le decíamos «no te vayas, ya llegaste a Primera». Se fueron Román, La Paglia, Ruiz, tremendo jugador. Eso sirvió para financiar los gastos de esa temporada, donde estábamos en la B (nota: año 1996). El Presidente nos dijo que iba a servir para financiar ese campeonato.
LPLC: Queda siempre la espina de no haber podido ver a Riquelme en aquella época. Me acuerdo escuchar que había declarado, el día del descenso con Rosario Central que «sería bueno buscar a los responsables del descenso» y es algo que siempre pienso: cómo un club como Argentinos Juniors juega en 1985 con la Juventus (nota: por la Copa Intercontinental) y desciende en 1996, es algo totalmente ilógico. Estando ahí adentro, ¿se notaba algo diferente en la forma de manejar el Club?
JQ: Lo que pasa es que yo era chico, no entendía nada de nada. Tenía 21 o 22 años pero habían cosas que no iban: no pagaban el salario, nos decían que cobrábamos a las tres de la tarde y éramos 25 y cobraban 18 o 20, cosas que no se hacen. Al día siguiente nos encontrábamos y uno decía «me pagaron» y otro decía «a mí no porque no había plata» y terminamos adónde teníamos que terminar. El Presidente era Luis Veiga, me acuerdo de Él. Muy irresponsable y terminamos adónde teníamos que terminar (nota: se refiere al descenso).
Algo que quiero agregar a la nota, de la página enunabaldosa.com: «El Clausura 96 encontró al club de La Paternal con 7 millones de pesos de pasivo, 13 pedidos de quiebra, 60 juicios en curso y con el estadio de Juan Agustín García y Boyacá convertido en un aguantadero de barrabravas, además de tener un plantel diezmado al que se le debían varios meses de sueldo».
LPLC: Me acuerdo aquel día del descenso con Rosario Central (nota: ese día golearon los rosarinos 6-1) y pensaba «Argentinos se va a la B y, ¿contra quien va a jugar?» y era por una cuestión de no saber nada de la B, era muy poco visto en aquella época, era algo raro. Aparte que Argentinos es un equipo de Primera y me preguntaba «¿Con Nueva Chicago? No los conozco…»
JQ: Fue duro, fue muy duro…
LPLC: Justamente es lo que te iba a comentar, el debut fue justamente perdiendo 3-0 con Nueva Chicago.
JQ: Creo que me echaron a mí o a Zermattén, no me acuerdo… difícil, duro, nos acostumbramos rápido. Ese partido nos vino muy bien, fue el mejor rival: con Chicago de visitante, nos robaron en el vestuario, perdimos 3-0, nos cagaron a patadas (risas), ésto no es fácil. Al equipo nuestro los cagaban a patadas. Era meter y meter y duró 10 meses y pudimos volver a Primera.
LPLC: ¿Hubo un quiebre en ese torneo donde Ustedes engranaron los motores y pensaban «no nos para nadie»?
JQ: (piensa) La verdad que no me acuerdo. Si Nosotros llegábamos a perder con Sarmiento de Junín, la última fecha de la ronda preliminar (nota: en ese torneo, hubo una ronda preliminar con cuatro grupos y pasaban los primeros tres en forma directa a la ronda final) no hubiésemos pasado de ronda. Teníamos que ganar. Ganamos 5-2 pero teníamos que ganar, entonces eran todos los partidos muy difíciles. Godoy Cruz nos ganaba, Los Andes nos ganaba, es más creo que nunca les ganamos (risas).
LPLC: Me acuerdo con Los Andes siempre iban ganando 2-0 y se los empataban…
JQ: Había un jugador, Córdoba, un flaco, grandote que yo le decía «Maradona», era el terror para Nosotros, la rompía (risas). Nos ganaban de local, de visitante, era difícil. Fijate cómo termina: le sacaron un empate a Talleres de Córdoba que nos dio el campeonato.
LPLC: Hubo un partido que me imagino se acuerda: con Godoy Cruz en Mendoza con los tres goles anulados, el arbitraje del «Sargento» Giménez (nota: en ese partido a Argentinos le anularon tres goles y el DT, Chiche Sosa, declaró después que había visto al árbitro abrazándose con funcionarios de la Provincia de Mendoza. Había ganado Godoy Cruz 2-0) se acuerda bien de ese partido, ¿no?
JQ: Sí, me acuerdo. Un gol estuvo bien anulado, fue terrible el partido con Godoy Cruz.
LPLC: Me acuerdo de un jugador de Godoy Cruz, que ahora no me acuerdo el nombre, que tendría que haber sido expulsado al sacarle la cámara de fotos al fotógrafo y empieza a sacarle fotos a la tribuna de Argentinos. Con Ustedes adentro de la cancha y con las pulsaciones a mil, no sé cómo terminó ese partido porque eso era para expulsión, fue muy raro todo…
JQ: «El Tucumano» Hernández (risas). Yo en la cancha no lo había visto, lo ví después por la televisión. Fue duro, difícil, a Argentinos Juniors le querían ganar todos. Se planteaban los rivales como diciendo «vamos a cachetear a Argentinos Juniors que bajó a la B» pero Nosotros nos plantamos y ganamos los Clásicos como con All Boys.
LPLC: Le tengo que contar una anécdota que seguro que se acuerda: con Talleres en Córdoba que perdían 2-0 y lo terminan ganando 3-2 con tres goles en ocho minutos. Me acuerdo que Talleres se erra el tercero y yo, de la bronca, apagué el televisor y dije «ya está, me cansé de ver cómo están jugando» y lo prendí cinco minutos después y ví que iban 2-2, así que de mi parte te digo «de nada»…
JQ: (risas prolongadas) Ese partido Chiche Sosa nos dijo durante la semana «tengan cuidado con Astudillo que encara por el medio, no se abran mucho porque encara, gambetea». Astudillo nos mete un gol gambeteando a todos por el medio. En el entretiempo el Chiche nos gritaba, enojado «¿¡qué les estuve diciendo!? ¡Les dije!» y fue un buen partido. Jugué bien ese día y ese partido fue el último de 1996 y terminamos con cuatro triunfos seguidos. El que jugó bárbaro ese día también fue el uruguayo Líber (nota: se refiere a Vespa, uno que también tuve la fortuna de entrevistar y tristemente falleció en el 2019. Pueden encontrar su nota en éste link: https://lapelotaenlacabeza.com/2017/03/10/bauza-nos-hacia-competir-por-el-puesto-liber-vespa/).
LPLC: Hablando de Líber, yo tuve la fortuna de haberlo entrevistado y le pregunté a Él que porqué no se había ido de Argentinos después de haberse ido a la B y Él me dijo que quería marcar una época en el Club y por eso se quedó.
JQ: Yo lo considero mi amigo, no puedo creer que falleció (nota: fue un momento de emoción de parte de los dos). Fui a la casa de Él en Uruguay, fui a su casamiento, me llevaba más que bien con Él, era mi amigo. Es más, estando ya de ayudante de campo me preguntó sobre algunos jugadores. Lo que pasó con Él fue la vida misma, un tipo excelente.
LPLC: La verdad que sí… Y en ese torneo de la B, en la última fecha, ¿es verdad que Ustedes se relajaron cuando empezamos todos a gritar un gol que no había existido?
Un comentario acerca de ese «gol», para que entienda el contexto de la pregunta: Argentinos Juniors y Talleres de Córdoba jugaban a la misma hora y definían el campeonato. Como no había internet en aquella época, un grupo de hinchas empezaron a gritar gol y todos creíamos que había gol de Los Andes y gritamos un gol inexistente para tratar de ayudar al equipo. Finalmente ganaría Argentinos 1-0 con un gol suyo y Talleres igualaba 0-0 y salía campeón Argentinos por dos puntos.
JQ: Sí, sí, yo escuché gol pero no, relajarnos no porque era todo minuto a minuto. Me acuerdo de ese gol de Los Andes (risas). Al final nos termina dando una mano Los Andes que nos cacheteó todo el año.

LPLC: En la vuelta a Primera, hicieron una excelente campaña y llegó el partido con Platense, que venía peleando el descenso, aquel gol de tijera que le metiste a Platense, en ese momento de aquel gol, ¿pensaste en meterla de tijera?
JQ: Son jugadas que deciden en milésimas de segundos. Me acuerdo que me alejo del marcador que estaba pegado a mí y trato de ver si pesco algo y justo peinan la pelota y me venía… vino la pelota y la enganché justo, un golazo. Ese partido la rompió el «Lobo» Ledesma, me acuerdo clarito. No sé si con ese partido lo compró River porque fue el mejor jugador y tenía 18 años, una cosa de locos. Más allá de que jugamos bien, fue un buen partido de Él.
LPLC: Y también sé que compartiste plantel con Schiavi y lo que siempre comento con mis amigos: Schiavi jugaba fuerte pero no era desleal. En los entrenamientos, ¿jugaba igual de fuerte?
JQ: En los entrenamientos, porque nos conocía y algunos jugábamos bien, nos cagaba a patadas El Flaco (risas). Pero nunca en forma desleal, un jugador de un metro noventa, noventa kilos, siempre firme. Con el que chocaba en las prácticas era con Bennett, muy grandote y se cruzaban seguido, no para pelearse pero habían cada cruce, se escuchaba «paaaaa» (imita el sonido de un golpe). Me acuerdo como si fuese hoy que llegó con un bolsito y nos preguntábamos «¿éste quien es?» y había llegado de Argentino de Rosario y terminó haciendo tremenda campaña con Nosotros, con Boca…
LPLC: Después de Argentinos ir al Pádova de Italia habrá sido un cambio grande, ¿fue brusco el cambio?
JQ: Yo jugué seis meses después del ascenso con Argentinos donde hicimos un campañón y quería cambiar de aire, sufrí mucho… me costó mucho jugar, el Nacional B me afianzó, con Jorge Olguín que me dio la oportunidad en Primera y después en el Nacional B, ya afianzado como titular. Yo quería cambiar, no apurado porque me había pedido un técnico que echan en la semana que yo arreglo con el equipo, llego y terminé jugando poco pero me hizo bien porque al irme me hizo ver adónde estaba. En Argentinos Juniors estaba en un lugar privilegiado. El estar allá y sufrir me hizo crecer. Es más, vuelvo del Pádova y fue mi mejor año en Argentinos: metí 20 goles, me vendieron al Mallorca, fue mi mejor año cuando vuelvo del Pádova.
LPLC: Claro, porque a veces el sufrimiento ,más cuando estás sólo, te hace crecer más rápido, ¿no?
JQ: Crecés más rápido que en el triunfo. Cuando estaba allá pensaba «no dejo nunca más un día de práctica»; no es que faltaba, pero uno va pensando un montón de cosas. «Estoy en Argentinos Juniors, Primera División» y no jugaba nunca, aprendí cosas de Ellos que después traje sistemas de entrenamiento para Argentina y terminé teniendo mi mejor año en Argentinos Juniors.
LPLC: Hablabas de ir al Mallorca y después volviste a Argentina y a San Lorenzo en el 2001 y saliste campeón.
JQ: Sí, en el 2001 con Manuel Pellegrini, tremendo equipo y salimos campeones.
LPLC: ¿Cómo es Pellegrini como técnico? Él ahora está en España, ¿qué es lo que lo separa a Él de los demás?
JQ: Para mí es el mejor técnico que tuve porque tiene la capacidad para hacer lo que dice. Él se presentó y dijo «voy a hacer ésto, ésto, ésto y ésto» y Nosotros nos matamos de la risa. También dijo «cuando no lo haga, Ustedes pueden decirme ‘Manuel, Usted cuando asumió dijo ésto y ahora está fallando’, les doy el permiso para decírmelo». Todos los técnicos dicen lo mismo pero Él lo llevaba a cabo. Todas las cosas que dijo, como por ejemplo una que dicen todos es «todos los jugadores son importantes, los 28 del plantel». Es más, por ahí el que no juega es más importante que el Capitán porque hay que prestarle atención, la emotividad que pueda tener y eso lo dice todo el Mundo pero después pierden un partido, ¡se ponen nerviosos y se dedican a los 11 y no ven nada! Manuel no.

Le daba más importancia al que no jugaba que al que jugaba. Lo entrenaba mucho más e incentivaba al que no jugaba que al que jugaba. Entonces te terminás sacando el sombrero, porque no gritó nunca, siempre con el mismo tono de voz, bajo, firme, no necesitaba gritar y tuvo la capacidad de hacer lo que dijo, se dieron los resultados y el sistema de juego también era bueno. Nosotros nos sentíamos bien y nos hacía jugar un 4-2-2-2 y apretar en el campo contrario, un muy buen plantel.

LPLC: Y en ese plantel jugaste con Abreu, ¿no?
JQ: Sí, vinimos los dos como figuras, yo del Mallorca y Él de La Coruña. No me salieron bien las cosas en el primer semestre con Ruggeri como DT. Venía recién operado y mi cuenta quedó en rojo. Cuando venía Manuel me sentía muy bien, participé y muy bien pero «Bernie» (nota: Bernardo Romeo) y «El Pipa» Estévez la rompieron, me tocó ir al banco de suplentes.
LPLC: ¿Y Ruggeri como técnico qué tal era?
JQ: Yo le estoy agradecido a Oscar. Sin hablar mal, era un técnico más. Siempre le estoy agradecido porque a mí me trató bien y me apoyó en lo que me tenía que apoyar. Después yo no respondí porque no estaba en condiciones. Pero como técnico fue un técnico más.
LPLC: Después de eso fue como un regreso a casa, en Chacarita, fue como pagar una deuda, ¿no?
JQ: Sí, vuelvo a Chacarita y me quería Independiente pero era medio problemático, termina saliendo campeón Independiente ese año con «El Cuqui» Silvera que la rompió (nota: 2002). Estuve en tratativas para ir pero Silvera la rompe. Es más, nos querían a Juan José Serrizuela y a mí. Serrizuela fue y yo no. Me voy a Chaca y cuando voy allá me empiezan a joder cosas que ya no aguantaba, seis meses sin cobrar, todas cosas que no aguantaba.

De ahí me voy a Talleres de Córdoba. Cuando termina mi contrato en Talleres ya no quería jugar más, tenía 29 años. Eran dos años malos, Talleres con los mismos problemas que en Chacarita, con el agravante de que no me pagaban el alquiler. En ese sentido soy muy duro, si me prometiste que me ibas a pagar el alquiler, pagámelo. De ahí ya quería dejar de jugar.

Me acuerdo que le dije a mi señora «vuelvo a Argentinos, porque sino dejo de jugar. En Argentinos me siento querido, es mi Club» y golpeo la puerta en Argentinos para volver. Ese año Argentinos había perdido la Promoción contra Chicago (nota: en Argentina se jugaban antes una Promoción donde se enfrentaban los de los puestos 17 y 18 de la tabla de promedios en Primera contra el tercero y el cuarto de la B). Nadie me llamó, volví porque yo quería volver.
LPLC: Fue como un renacer porque encima fue justo después termina jugando contra Talleres en la Promoción para ascender a Primera y termina yéndose Talleres a la B.
JQ: Fue increíble, justo la mala suerte porque yo tenía un montón de amigos ahí.
LPLC: ¿Qué tan difícil fue estar del otro lado, mandando a Talleres al descenso? Talleres había hecho un campañón con JJ López como técnico.
JQ: JJ en eso no tuvo nada que ver. El Promedio era una acumulación de tres años, pero habían hecho un campañón terminando terceros. Fue duro para Nosotros también y a mí me sirvió para recuperar ese fuego, porque mentalmente venía para abajo y el haber jugado me hizo volver a nacer. Fui Capitán del equipo, terminamos súper bien, ganando de local y de visitante pero no tenía pensado que El Checho (nota: Batista era el DT de Argentinos) me iba a echar por discusiones boludas.
LPLC: ¿Qué fue lo que había pasado con Batista?
JQ: Discusiones… nos agarró «la cagadera» como decimos los jugadores. Veníamos bien y empezamos a perder y a perder. Me acuerdo que El Checho llega para el segundo semestre y lo conozco a Él, yo era el Capitán y me pregunta qué había pasado y le digo ‘el primer semestre no enganchamos en el juego, fue malo’ y me dice ‘mirá que si nos va mal, nos van a putear a los dos por ser las caras visibles del plantel’ y le digo ‘lo tengo más que claro si yo gano dos monedas’ y El Checho me dice ‘yo vine por la gloria’ y le digo ‘¡Yo también! Vine para sentirme bien y para ascender, por la gloria, si gano muy poco’ y ahí me dice ‘o nos vamos para arriba o nos vamos para abajo’ y me acuerdo clarito de eso.
Pero en el primer momento que venían mal las cosas, me saca en un momento decisivo que era la clasificación a la Promoción para ascender contra Godoy Cruz. Me saca, yo era el Capitán y al arquero. El arquero que puso, Morales, se lesiona en un entrenamiento y entonces vuelve a atajar Velásquez. Cuando me saca le digo al Checho «me dijiste hace cuatro meses que los dos nos íbamos para arriba o para abajo y ¿me sacaste?», «sí, vas al banco», «no, yo al banco no voy», porque sabía que yo era como el chivo expiatorio. Te lo cuento ahora pero me fuí llorando de la práctica, me infiltraba, me estaba haciendo mierda para ver si podíamos ascender y fue un dolor tremendo, de no querer volver a casa. Manejaba por distintos recorridos porque no quería volver a casa, con toda la amargura de no poder estar en los partidos decisivos. En la ida perdemos 1-0 y en la revancha ganamos 2-1 y sí me puso de titular.
Con Talleres de Córdoba ganamos la ida 2-1 con dos goles míos y 2-1 en Córdoba, terminó el año y me limpió (risas). Se quedó con la sangre en el ojo por esa discusión pero yo ya había vuelto a vivir. Me llaman de la Universidad Católica de Chile y fui. Viví cosas que pensé que no las iba a vivir: salir goleador de la Copa Libertadores, quedar a un gol del goleador de la Sudamericana, quedar como segundo goleador en copas internacionales con Católica, detrás del Beto Acosta…
(nota: (nota: hay una nota exclusiva con El Checho, https://lapelotaenlacabeza.com/2017/11/19/me-siento-un-privilegiado-haber-dirigido-a-messi-y-haber-jugado-con-maradona-sergio-daniel-checho-batista/)
LPLC: ¿Te ofrecieron nacionalizarte y jugar para Chile?
JQ: No, nunca, nunca, eso no pero me fue muy bien. No lo hubiese hecho porque ya tenía 30 años y creo que nunca lo hubiese hecho porque en eso soy muy especial, medio boludo pero muy especial (risas). Yo soy argentino y no sé si me pondría la camiseta de otro país. Creo que nunca lo hubiese hecho.
LPLC: Eso sé que es una decisión de cada uno y cambian de selecciones como si fuese un equipo de fútbol y me cuesta entender esa parte. En mi caso, yo nací en Estados Unidos y me crié en Argentina y me tiran los dos lados pero si después me dicen, supongamos que fuese jugador, «queremos que jueges para Japón porque estás viviendo en Japón» pero entiendo que es muy personal.
JQ: Claro, yo quiero mucho a Chile, dejé muchos amigos, es un país que adoro pero de ahí a decir de ponerme la camiseta de Chile no es la mía, creo que no lo hubiese hecho.
LPLC: Y al final terminaste retirándote en Argentinos…
JQ: Cuando termina mi contrato en Chile, quería retirarme en Argentinos y me llama Adrián Domenech, que había sido ayudante de campo del Checho Batista y no pensé que me iba a llamar. Había decidido retirarme y al día siguiente me llama Adrián y me dice «¿Querés jugar acá?» y le digo «me muero por jugar en Argentinos» y me dice «vení, tomamos un café, arreglamos unas boludeces» y así fue, firmé por un año y al final jugué seis meses y me retiré, porque ya mentalmente no podía seguir, me dí cuenta que ya no podía seguir más.
LPLC: Y después de eso, terminaste trabajando con la actual dirigencia de Argentinos (nota: año 2016). Fue un momento muy duro, con el descenso (nota: descendieron en la última jugada del campeonato, al minuto 92 porque Sarmiento le ganó a Olimpo. Estaban por jugar un partido desempate con Sarmiento de Junín, que ganó su partido), estaba Raúl Sanzotti como técnico interino. Como eras amigo de Líber Vespa, ¿había algún proyecto para que Vespa sea el técnico de Argentinos?
JQ: Cristian Malaspina (nota: actual Presidente de Argentinos Juniors) me llamó y me ofreció para ser Secretario Técnico. Líber siempre fue uno que consideré porque era mi amigo y Él me decía «Polo, me siento capacitado, me preparé» y éramos amigos, lo conocía bien, sabía cómo pensaba. Podría haber sido una opción, pero nos fue mal apenas empezamos, un semestre de mierda, descendimos, malísimo, donde toda la Comisión era nueva, yo era nuevo. Había habido una reunión con los dirigentes en un momento que estábamos muy mal y les digo «éste es el momento como en la película «300», es esa manera. Nos van a matar a flechazos para volver a Primera» y la verdad que hoy el Club está súper bien, con un buen Estadio, un buen centro de entrenamiento, ejemplar. Era lo que soñábamos todos, pero yo me fui, yo era la cara visible.
LPLC: Cuando asumen habían nombres de técnicos que sonaban. Había leído a Gustavo Alfaro que dijo que esperaba una oferta de Europa y terminó yéndose a Gimnasia de La Plata, ¿quienes más estaban considerados?
JQ: No, Alfaro no estaba considerado. Cuando las cosas empiezan a salir mal, Mayor se va. Lo había traído yo, nos va mal en todo. Las opciones eran primero Mayor y después Guede. Guede firma con San Lorenzo y viene Mayor. Alfaro fue una charla que tuvimos y nada más, cuando renuncia Mayor.
LPLC: ¿Y cómo fue la llegada de Heinze? Fue como una apuesta, sin experiencia y ahora leo lo de Heinze y los problemas que tuvo con la MLS, ¿cómo fue la llegada de Él?
JQ: Cuando nos vamos al descenso, después de darle una responsabilidad enorme a Raúl Sanzotti. Terminamos descendiendo y buscábamos técnico para la B. Tuvimos entrevistas con varios y a mí Enrique Borreli, que era el coordinador de inferiores del Club, me dice «conozco a Gabriel (nota: se refiere a Heinze), sé cómo trabaja, el sistema de entrenamiento, su personalidad» y le hicimos caso. Se lo dije a Malaspina y al final lo contratamos.
Es un muy buen técnico, muy rígido y muy derecho. Así como es de derecho, es muy trabajador. Se preocupa mucho por los jugadores, es muy bueno. Mirándolo desde afuera y conociendo a Heinze y sabiendo como trabaja, no hubiese ido a Estados Unidos a dirigir. Para mí Él está más para dirigir en Europa. Diciendo las cosas como son, uno quiere ir a Europa. No hubiese ido a Estados Unidos.
LPLC: A mí también me sorprendió cuando vino Heinze porque es otro estilo. La forma de entrenar en Argentina es totalmente diferente a la MLS y creo que ese fue el problema de Heinze en éste país y porqué no funcionó.
JQ: Es muy exigente, es para el Real Madrid. Está preparado para River o Boca, no sé si era para Estados Unidos donde, viéndolo de afuera, van muchos que están cerca de retirarse. No andan con ganas de crecer y Heinze te hace crecer, te enseña. Yo no hubiese elegido, pero yo estoy acá en mi casa (risas).
LPLC: ¿Cuál fue la situación que hizo que te fueras de Argentinos?
JQ: Con Argentinos estábamos todos aprendiendo, estaba acomodándome en el puesto. Lo que yo necesitaba era que los dirigentes me apoyen, que me digan «tranquilo, confiamos en vos» pero no lo tuve en ese momento. ¿Qué era más fácil? Que el Polo se vaya. Cuando nos fue mal, no aguantaron la presión y como en todos lados hay política. Yo los apoyé y cuando les fue mal, de afuera me mataban y no recibí ningún apoyo de los dirigentes. Me tuve que ir y me alejé y me dije «nunca más el mundo del fútbol».
LPLC: ¿Con el periodista Marcelo Benedetto se pelearon?
JQ: Con Marcelo Benedetto me llevaba bien, me pedía fotos con los hijos, me decía que era uno de sus ídolos. Hubo un error mío también… vamos a decir las cosas como son: Él es muy «mamadera», muy «mamadera del poder» y hoy no tengo ninguna duda que Él ahora es «mamadera» de la dirigencia actual, porque le está yendo bien.
Él arranca antes de la elección y me llaman desde su programa de radio pidiéndome una nota. Me había donado un par de cosas para mi comedor infantil (nota: debajo de la nota pueden encontrar la información del Comedor Catalina y cómo hacer para poder colaborar), entonces arranca la nota que era antes de las elecciones y le digo «Marcelo, te quiero agradecer porque siempre nos diste una mano» y me contestó muy mal y la nota fue una mierda. Entonces en ese momento estaba la presentación de Argentinos Crece (nota: es el partido político al que estaba afiliado Quinteros) y cuando me me reúno con los dirigentes les digo «dí una nota con Benedetto y me trató mal» y me dicen «no te preocupes si es un pelotudo» y antes de mí ya había tratado muy mal a Cristian Malaspina (nota: el actual Presidente del Club) porque es «mamadera del poder», no tiene una convicción. Donde está el poder, ahí es donde se pega, no tiene convicción de nada.
En un partido perdimos 4-0, el equipo fue una lágrima y Él empezó a twittear escribiendo «Ésto no es una juguetería» y yo le dije que Él era «mamadera de Segura». ¿En qué me equivoco yo? Él tiene el micrófono todos los días y yo cada tres meses, entonces me empezó a matar. ¿Pero te digo algo? Todo el Mundo te habla mal de Marcelo Benedetto, ¿y sabés quien? Los compañeros hablan mal de Él, lo que me da a entender que es un pelotudo porque para mí era un hincha más que me pedía fotos, le firmaba autógrafos para los hijos, le habré dado alguna camiseta… a mí me da lo mismo quien es el hincha.
Cuando voy al programa me doy cuenta que es un tarado, nunca tuve dudas sobre mí pero sí sobre el boludo éste porque va adónde está el poder y eso es horrible porque no tenés una convicción de nada.
LPLC: Quería escuchar tu versión porque Él hace poco había dicho que eras un traidor.
JQ: Para mí Él es uno más, me venía a pedir fotos y notas de vez en cuando. Pero yo abrí los ojos en aquella nota que me hace porque Él apoyaba la campaña de Segura (nota: Luis Segura era el Presidente de Argentinos Juniors) y ahora está apoyando a la dirigencia actual, porque se da vuelta como una media. Eso es lo que pasó… ¿de qué traición habla si yo no puedo traicionar a nadie? Ellos se creen que porque tienen el micrófono, tienen poder pero no tienen poder. Tienen la misma voz que el socio que no lo escucha nadie, pero como salen en la tele y son hinchas, pero no solamente Benedetto, los de Boca, River, San Lorenzo, tienen un poquito de voz y creen que su voz pesa y no pesa. Los marea salir en la tele.
LPLC: Y la última pregunta: ¿qué prefirirías? ¿Meter el gol de tijera a Platense o salir Campeón con Argentinos pero como suplente?
JQ: (risas prolongadas) ¡Es complicada la pregunta! Es complicado, pero creo que salir campeón… eso es para lo que uno entrena y si te toca apoyar de afuera, no participé tanto del San Lorenzo Campeón pero me sentí parte, me exigía ser titular y esa es la buena competencia, por lo que preferiría salir Campeón con el Bicho.
COMEDOR CATALINA